Uno de las posibilidades que está barajando el Ayuntamiento de Tarifa para el Castillo de Santa Catalina es darle un uso lúdico-cultural ¿Que te parecería esta medida? ¿Se te ocurren algunas acciones en este sentido?
Mellaria no entiende que se debata el uso del castillo, cuando desde nuestra asociación se realizan numerosas consultas y sugerencias al respecto sin que sean contestadas por el consistorio. Da la impresión de que se pretende entretener a la ciudadanía en lugar de dar soluciones a los problemas patrimoniales tan graves que tiene Tarifa. Para Mellaria el único uso que se debe de dar al monumento es el cultural, como es de suponer, y a la vez contesta a la pregunta del debate con otra pregunta: ¿se están creando las condiciones necesarias y urgentes para la restauración del castillo y para la regeneración del cerro y sus monumentos?
El uso del castillo de Santa Catalina está dado en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana aprobada en el año 2014. El cerro está dividido en seis zonas. Cuatro de ellas para uso terciario, es decir comercial, hostelero o similar; la parte superior (donde está el castillo) está destinada a equipamiento público (donde no puede haber actividad económica) y la zona que da a la playa quedará como espacio libre.
Atendiendo a la ubicación del castillo de Santa Catalina, a que es un Bien de Interés Cultural (uno de los tres que tiene la ciudad de Tarifa), que está rodeado de numerosos monumentos históricos, que está sometido a severas medidas de protección aprobadas por la Consejería de Cultura en el 2015 y que para cualquier actuación en el castillo se exigirá la autorización y el control de la Junta de Andalucía, queda como único uso razonable el cultural. Porque no creo que nadie proponga utilizarlo, por ejemplo, como oficina del Catastro o para un servicio similar.
En la pregunta que se formula se dice que el Ayuntamiento está estudiando un uso lúdico-cultural para el castillo. Y está bien que las cosas se hagan con anticipación, pero por razones de buen gobierno es necesario hacerlas por orden.
Primero hay que liquidar el contrato de la concesión del cerro de Santa Catalina a la empresa Centro Tarifa Santa Catalina S.A., que fue declarado nulo por el Ayuntamiento y así ratificado por el Consejo Consultivo de la Junta de Andalucía.
A consecuencia de esta anulación la empresa concesionaria pidió cerca de 23 millones de euros de indemnización. En un reciente pleno el Ayuntamiento aprobó una indemnización de algo más de ciento cincuenta mil euros. Dada la enorme diferencia entre estas cantidades, no me extrañaría que el asunto acabara en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo, y esto significaría varios años de espera.
Para cualquier actuación en el cerro de Santa Catalina es imprescindible hacer el Plan Especial de Reforma Interior, lo que es exigido legalmente. En este plan se detallarían las actuaciones urbanísticas permitidas en la parcela. Hay que tener en cuenta que la aprobación de estos planes es muy lenta y llevará varios años. Así que cuando antes se empiecen los trámites, mejor.
Después hay que derribar el edificio que se construyó y reponer el cerro a su estado original, pues se hicieron importantes desmontes que alteraron la fisonomía de ese enclave. Gastos que el Ayuntamiento, de hecho, ha aceptado pagar, a pesar de que el edificio se construyó por la empresa concesionaria sin tener los permisos exigidos. ¿Y cuándo el Ayuntamiento dispondrá de los varios cientos de miles de euros que valdrían esas obras?
En vista de su mal estado, no será posible poner en uso el castillo de Santa Catalina y los monumentos aledaños sin su previa restauración; que dado su elevado coste, lo tendrá que sufragar la Junta de Andalucía. ¿Cuánto tiempo se tardará en conseguir los fondos necesarios?, ¿y cuánto tiempo tardará esta restauración?, pues obras de tal envergadura sólo se puede hacer por fases.
Algo mucho más importante que estudiar el futuro uso del castillo, es enmendar la chapuza que hizo el Ayuntamiento cuando modificó el plan urbanístico del cerro. Es importantísimo volver a modificar el plan general de ordenación urbana para que todo el cerro sea dedicado a equipamiento y no se permita el uso terciario. En caso contrario se podrían levantar edificios para negocios en las cuatro esquinas del cerro, lo que alteraría profundamente uno de sus valores principales como es el paisajístico.
Está bien que el Ayuntamiento dedique tiempo a estudiar el uso que tendrá el castillo dentro de bastantes años. Pero lo más urgente es que ese esfuerzo, tiempo y dinero se dedique, al menos, a frenar el creciente deterioro del castillo y su entorno. Porque ¡el castillo se está cayendo a pedazos ante nuestros ojos!, y llevamos años sin que se tome ninguna medida para evitarlo.
En abril del pasado año el pleno municipal aprobó por unanimidad elaborar los proyectos necesarios para la rehabilitación de los búnkeres y del castillo del cerro de Santa Catalina. También acordó hacer los proyectos para el derribo del edificio que se construyó ilegalmente y la reposición del cerro al estado anterior a su concesión a una empresa privada. Y aún más, el Ayuntamiento pleno aprobó, con el voto favorable de todos los concejales, gestionar ante la Consejería de Cultura la financiación para estas obras.
¿Qué se ha hecho con estos acuerdos? Por la información que tenemos, me temo que nada.
El uso del castillo de Santa Catalina está dado en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana aprobada en el año 2014. El cerro está dividido en seis zonas. Cuatro de ellas para uso terciario, es decir comercial, hostelero o similar; la parte superior (donde está el castillo) está destinada a equipamiento público (donde no puede haber actividad económica) y la zona que da a la playa quedará como espacio libre.
Atendiendo a la ubicación del castillo de Santa Catalina, a que es un Bien de Interés Cultural (uno de los tres que tiene la ciudad de Tarifa), que está rodeado de numerosos monumentos históricos, que está sometido a severas medidas de protección aprobadas por la Consejería de Cultura en el 2015 y que para cualquier actuación en el castillo se exigirá la autorización y el control de la Junta de Andalucía, queda como único uso razonable el cultural. Porque no creo que nadie proponga utilizarlo, por ejemplo, como oficina del Catastro o para un servicio similar.
Estoy con Pablo T, pues si no recuerdo mal, la actuación de 2006, la que originó el problema que actualmente tenemos con el Cerro de Santa Catalina, también iba a ser lúdico-cultural y todo se resumió en un chiringuito donde vender cerveza. Déjenlo en meramente cultural, como exige todo Bien de Interés Cultural, que desgraciadamente ya habrá quien le dé un mal uso lúdico.
Cultural, lúdico No 👉🏿 Qué es Lúdico:
Se conoce como lúdico al adjetivo que designa todo aquello relativo al juego, recreación, ocio, entretenimiento o diversión. El término lúdico se origina del latín ludus que significa “juego”.
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Mellaria no entiende que se debata el uso del castillo, cuando desde nuestra asociación se realizan numerosas consultas y sugerencias al respecto sin que sean contestadas por el consistorio. Da la impresión de que se pretende entretener a la ciudadanía en lugar de dar soluciones a los problemas patrimoniales tan graves que tiene Tarifa. Para Mellaria el único uso que se debe de dar al monumento es el cultural, como es de suponer, y a la vez contesta a la pregunta del debate con otra pregunta: ¿se están creando las condiciones necesarias y urgentes para la restauración del castillo y para la regeneración del cerro y sus monumentos?
El uso del castillo de Santa Catalina está dado en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana aprobada en el año 2014. El cerro está dividido en seis zonas. Cuatro de ellas para uso terciario, es decir comercial, hostelero o similar; la parte superior (donde está el castillo) está destinada a equipamiento público (donde no puede haber actividad económica) y la zona que da a la playa quedará como espacio libre.
Atendiendo a la ubicación del castillo de Santa Catalina, a que es un Bien de Interés Cultural (uno de los tres que tiene la ciudad de Tarifa), que está rodeado de numerosos monumentos históricos, que está sometido a severas medidas de protección aprobadas por la Consejería de Cultura en el 2015 y que para cualquier actuación en el castillo se exigirá la autorización y el control de la Junta de Andalucía, queda como único uso razonable el cultural. Porque no creo que nadie proponga utilizarlo, por ejemplo, como oficina del Catastro o para un servicio similar.
En la pregunta que se formula se dice que el Ayuntamiento está estudiando un uso lúdico-cultural para el castillo. Y está bien que las cosas se hagan con anticipación, pero por razones de buen gobierno es necesario hacerlas por orden.
Primero hay que liquidar el contrato de la concesión del cerro de Santa Catalina a la empresa Centro Tarifa Santa Catalina S.A., que fue declarado nulo por el Ayuntamiento y así ratificado por el Consejo Consultivo de la Junta de Andalucía.
A consecuencia de esta anulación la empresa concesionaria pidió cerca de 23 millones de euros de indemnización. En un reciente pleno el Ayuntamiento aprobó una indemnización de algo más de ciento cincuenta mil euros. Dada la enorme diferencia entre estas cantidades, no me extrañaría que el asunto acabara en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo, y esto significaría varios años de espera.
Para cualquier actuación en el cerro de Santa Catalina es imprescindible hacer el Plan Especial de Reforma Interior, lo que es exigido legalmente. En este plan se detallarían las actuaciones urbanísticas permitidas en la parcela. Hay que tener en cuenta que la aprobación de estos planes es muy lenta y llevará varios años. Así que cuando antes se empiecen los trámites, mejor.
Después hay que derribar el edificio que se construyó y reponer el cerro a su estado original, pues se hicieron importantes desmontes que alteraron la fisonomía de ese enclave. Gastos que el Ayuntamiento, de hecho, ha aceptado pagar, a pesar de que el edificio se construyó por la empresa concesionaria sin tener los permisos exigidos. ¿Y cuándo el Ayuntamiento dispondrá de los varios cientos de miles de euros que valdrían esas obras?
En vista de su mal estado, no será posible poner en uso el castillo de Santa Catalina y los monumentos aledaños sin su previa restauración; que dado su elevado coste, lo tendrá que sufragar la Junta de Andalucía. ¿Cuánto tiempo se tardará en conseguir los fondos necesarios?, ¿y cuánto tiempo tardará esta restauración?, pues obras de tal envergadura sólo se puede hacer por fases.
Algo mucho más importante que estudiar el futuro uso del castillo, es enmendar la chapuza que hizo el Ayuntamiento cuando modificó el plan urbanístico del cerro. Es importantísimo volver a modificar el plan general de ordenación urbana para que todo el cerro sea dedicado a equipamiento y no se permita el uso terciario. En caso contrario se podrían levantar edificios para negocios en las cuatro esquinas del cerro, lo que alteraría profundamente uno de sus valores principales como es el paisajístico.
Está bien que el Ayuntamiento dedique tiempo a estudiar el uso que tendrá el castillo dentro de bastantes años. Pero lo más urgente es que ese esfuerzo, tiempo y dinero se dedique, al menos, a frenar el creciente deterioro del castillo y su entorno. Porque ¡el castillo se está cayendo a pedazos ante nuestros ojos!, y llevamos años sin que se tome ninguna medida para evitarlo.
En abril del pasado año el pleno municipal aprobó por unanimidad elaborar los proyectos necesarios para la rehabilitación de los búnkeres y del castillo del cerro de Santa Catalina. También acordó hacer los proyectos para el derribo del edificio que se construyó ilegalmente y la reposición del cerro al estado anterior a su concesión a una empresa privada. Y aún más, el Ayuntamiento pleno aprobó, con el voto favorable de todos los concejales, gestionar ante la Consejería de Cultura la financiación para estas obras.
¿Qué se ha hecho con estos acuerdos? Por la información que tenemos, me temo que nada.
El uso del castillo de Santa Catalina está dado en la modificación del Plan General de Ordenación Urbana aprobada en el año 2014. El cerro está dividido en seis zonas. Cuatro de ellas para uso terciario, es decir comercial, hostelero o similar; la parte superior (donde está el castillo) está destinada a equipamiento público (donde no puede haber actividad económica) y la zona que da a la playa quedará como espacio libre.
Atendiendo a la ubicación del castillo de Santa Catalina, a que es un Bien de Interés Cultural (uno de los tres que tiene la ciudad de Tarifa), que está rodeado de numerosos monumentos históricos, que está sometido a severas medidas de protección aprobadas por la Consejería de Cultura en el 2015 y que para cualquier actuación en el castillo se exigirá la autorización y el control de la Junta de Andalucía, queda como único uso razonable el cultural. Porque no creo que nadie proponga utilizarlo, por ejemplo, como oficina del Catastro o para un servicio similar.
Estoy con Pablo T, pues si no recuerdo mal, la actuación de 2006, la que originó el problema que actualmente tenemos con el Cerro de Santa Catalina, también iba a ser lúdico-cultural y todo se resumió en un chiringuito donde vender cerveza. Déjenlo en meramente cultural, como exige todo Bien de Interés Cultural, que desgraciadamente ya habrá quien le dé un mal uso lúdico.
Cultural, lúdico No 👉🏿 Qué es Lúdico:
Se conoce como lúdico al adjetivo que designa todo aquello relativo al juego, recreación, ocio, entretenimiento o diversión. El término lúdico se origina del latín ludus que significa “juego”.